El feminismo de la izquierda que manda en España no es creíble. Un imán de Lérida se niega a hablar con una periodista porque va maquillada y hay que “evitar cualquier provocación”. ¡Machote! Es sólo una más de las innumerables exigencias de un grupo con el que convivimos y que suma ya millones. De la ablación de clítoris al chador, las agresiones y la discriminación de la mujer son moneda corriente entre gente que tiene la obligación de respetar la ley y los valores del país que los acoge. Pero nuestras feministas callan, o protestan tan bajito que sólo se las oye cuando fantasean con su lenguaje alternativo. Aún no se han enterado de que género y sexo son cosas distintas. Son capaces de linchar a Amando de Miguel por una puntualización semántica y dejan pasar sin protestar agresiones reales contra personas a las que hay que tapar o a las que se puede vender a un marido desconocido. Los postulados feministas ceden ante las exigencias del relativismo cultural, que es, claro, una actitud ante las costumbres, la moral y la política. Una actitud de renuncia. El relativismo impregna el, digamos, pensamiento progre, pero lejos de constituir una ideología se queda en una comodidad. De ahí el aquietamiento, el escandaloso silencio ante las prácticas del islamismo. ¿Del Islam? Dejo para los especialistas la posibilidad de trazar fronteras claras entre musulmanes fundamentalistas y musulmanes a secas. Ya Fanjul nos dirá.
Juan Carlos Girauta
Seguir a @GirautaOficial
¿Feminismo y defensa de los homosexuales?
Son capaces de linchar a Amando de Miguel por una puntualización semántica y dejan pasar sin protestar agresiones reales contra personas a las que hay que tapar o a las que se puede vender a un marido desconocido
En España
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Libro
- Curso
- Escultura